Si queremos analizar lo que sucede en Venezuela, un país en el que pocas
personas han estado, pero todas parecen saber y opinar sobre lo que
sucede allá, debemos ampliar la frase y decir: “Es la geopolítica,
estúpido”.
Todo análisis sobre Venezuela debe partir de una premisa, la de ser el
país con las reservas de petróleo certificadas más grandes del
mundo (en torno a 300.000 millones de barriles). A esa cantidad de oro
negro hay que sumar estar entre las 10 principales reservas de gas,
biodiversidad, y minerales y “tierras raras”, como el coltán.
Por si fuera poco, un barco petrolero tarda menos de una
semana en atravesar el Caribe y llegar desde Venezuela a los principales
puertos de la costa este de los Estados Unidos, frente al mes y medio
que ese mismo barco tarda en llegar desde el Golfo Pérsico atravesando
el Canal de Suez.
Solo desde esta mínima base geopolítica es que podemos
atrevernos a intentar analizar qué sucede en Venezuela, y si realmente
existe o no una guerra económica.
En “La mano visible del Mercado”2, la economista
venezolana Pascualina Curcio, determina 3 coordenadas fundamentales para
poder hablar de guerra económica: acaparamiento de productos de consumo
básico; inflación inducida mediante manipulación artificial del tipo de
cambio; y bloqueo financiero.
Examinemos el primero de los 3 indicadores. ¿Porqué es
fácil en Venezuela encontrar productos del campo, como frutas y
vegetales, pero en cambio es extremadamente difícil encontrar
determinados medicamentos o productos de higiene? Porque estos últimos
pertenecen a 2 empresas estadounidenses, Procter & Gamble y Jonhson
& Jonhson, que tienen el monopolio del 90% del mercado y controlan
cuando y qué productos colocan en el mercado. Es una decisión política, y
no económica, el que se encuentren unos productos sí y otros no en las
tiendas y supermercados de Venezuela.
En segundo lugar, la inflación, que desde el Chile de
Allende siempre fue un arma política en el que quien controla el
suministro de los productos controla el precio de los mismos. El
concepto inflación es diferente al aumento de precios y ni siquiera
tiene que ver con la economía, si no con decisiones políticas. Otro
economista, en este caso español, Alfredo Serrano, explica3 como el
valor del tipo de cambio en Venezuela se ha multiplicado desde mediados
de 2014 por 1410 veces, mientras que la cantidad de billetes se
multiplicaba por 43, la liquidez por 64 y el tipo de cambio implícito
por 141.
Esto solo se puede entender a partir de decisiones
políticas, como la manipulación del tipo de cambio dirigida por la web
Dólar Today, alojada en servidores de Miami, Estados Unidos; o que la
calificadora Standard & Poor’s declare4 a Venezuela en default
selectivo a pesar de que ha cumplido con todas5 las deudas e intereses
con sus acreedores, pagando hasta el momento 70.000 millones de deuda.
En tercer lugar, el bloqueo económico estadounidense es
una realidad que se ampara en un decreto6 ejecutivo firmado por el Nobel
de la Paz Barack Obama, que declara a Venezuela un peligro para la
seguridad nacional. Más allá de las declaraciones pomposas, esta medida
tiene consecuencias muy reales. Por ejemplo, en noviembre 2017 fueron
devueltas 23 operaciones7 en el sistema financiero internacional
valoradas en 39 millones de dólares para la compra de alimentos, insumos
básicos y medicamentos.
Para completar este breve análisis y si repasamos un poco
la historia, podemos encontrar numerosas similitudes entre lo que sucede
hoy día en Venezuela, y lo que sucedió en el Chile de Salvador Allende o
en la Cuba de Fidel Castro. Ataques a la economía que en realidad son
contra todo un pueblo en la medida en que se alteran los mecanismos de
producción y distribución de productos básicos; manipulación mediática
nacional e internacional contra estos gobiernos; presencia de manera
directa o indirecta del imperialismo estadounidense mediante sus
diferentes mecanismos de injerencia; desde la CIA a la DEA, pasando por
USAID y el financiamiento mediante decenas de millones de dólares de la
oposición política.
Por todo esto, podemos afirmar que sí, que Venezuela sufre
una guerra económica contra todo un pueblo, y que línea de separación
hoy si queremos debatir sobre Venezuela no es izquierda o derecha,
socialismo o capitalismo, sino democracia frente a terrorismo político,
económico y mediático.
PD: Y sí, Venezuela tiene múltiples problemas que van desde la inseguridad hasta la ineficiencia o corrupción. Pero esos problemas le corresponde resolverlos al pueblo venezolano de manera soberana. A nadie más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario