Por: Gustavo Corma
“Que espanto causa el rostro del fascismo” Víctor Jara.
Ya nos lo habían advertido grandes pensadores como Hegel y Marx, el
sistema de producción capitalista terminará por destruir a las fuerzas
productivas que lo mantienen. Hoy ya podemos decir que además el
capitalismo también está acabando con la democracia y lo que es peor,
con la vida en el planeta.
Estas políticas económicas solo han aumentado el empleo precario,
trabajadores pobres y cada vez más esclavizados, salarios estancados,
corrupción generalizada y paraísos fiscales que permiten impunemente la
evasión a gran escala, desfalcando las finanzas públicas.
Todo esto amparado y legitimado por los grandes medios de comunicación,
la academia en general y gran cantidad de lacayos arrastrados, al
servicio de las elites de la mafia financiera que mantiene por medio de
sus agencias de inteligencia y sus ejércitos asesinos la nueva dictadura
global de las corporaciones.
El afán de lucro desmedido, la falta de empatía y humanismo caracterizan
a estas elites enfermas que aceleradamente y sin pensar siquiera en el
futuro van destruyendo los delicados sistemas que nos mantienen con
vida, acabando con la diversidad, la belleza, la complementariedad y
todas las otras cosas hermosas que caracterizan al único planeta que
tenemos y debiéramos cuidar y querer como siempre hicieron nuestros
antepasados originarios de todos los continentes.
Necesario y urgente es una transformación total del sistema de
producción capitalista. Necesario y urgente es luchar contra la
dictadura global de las corporaciones y sus cipayos, entendamos que la
barbarie del capitalismo solo puede perpetuarse a través del fascismo,
el terrorismo y la eliminación por cualquier medio de todos los que se
le opongan.
Hoy podemos ver claramente el avance del fascismo internacional en
Europa y en los mismos Estados Unidos donde resurgen los grupos
extremistas neo nazis. Ucrania después del golpe empujado por el
gobierno gringo, es hoy un país gobernado por un grupo de nazistas
declarados. En Brasil, el golpista temer ha sacado a el ejército a la
calle, excusado en una supuesta violencia criminal, cuando es bien
sabido que Rio de Janeiro no es el estado más violento de Brasil, muchos
opinan que es un intento del usurpador para militarizar totalmente al
país y a través del miedo, controlar al pueblo, hoy a punto de rebelarse
contra las políticas neoliberales y el acoso judicial contra el ex
presidente Lula.
En Colombia, la nación con más desplazados en el mundo, van ya más de
300 líderes sociales asesinados desde comienzos del 2016, la producción y
el tráfico de drogas no hacen sino aumentar, a pesar, o quizás gracias a
las 9 bases militares gringas en su territorio. Aunque se ha firmado un
acuerdo de paz y las Farc han dejado las armas, los tambores de la
guerra no dejan de sonar.
México se ha convertido en un narco estado donde la policía el ejército y
los paramilitares, (al igual que en Colombia) asesinan, desaparecen y
someten al pueblo, para entregarle el país descaradamente a las
corporaciones internacionales.
Por el mismo camino van Honduras, Panamá, y varios otros países de
Centro América. Y ni hablar de argentina, tarifazos, represión y deuda
perpetua.
En todos los países con gobiernos de derecha, los indígenas y campesinos
son brutalmente atacados y desplazados para despojarlos de sus tierras
ancestrales, la naturaleza sigue siendo vendida y destrozada sin piedad
ni remordimiento , todo para seguir enriqueciendo a las elites oligarcas
locales y a sus amos de las corporaciones extranjeras.
Es hora de despertar, nuestra lucha va más allá de politiquerías, de las
eternas discusiones de los intelectuales de izquierda, y de las
opiniones desgastadas de los sospechosos de siempre, nuestra pelea es
por la unión de la América, por la salud de la pacha mama, por la
libertad y la independencia plenas, pero sobre todo, por la
supervivencia de la vida en el planeta! Y nos guste o no, querámoslo o
no, a los venezolanos nos toca, en este momento histórico, estar al
frente y en la vanguardia de esta lucha!
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