sábado, 19 de mayo de 2018

DESINFORMACIÓN: EXTREMADAMENTE PELIGROSA

por Arnaldo Musa

Prensa radial, televisiva, escrita, en fin, todos los medios modernos de comunicación existentes en este planeta han estado mayormente controlados por los círculos de poder, que los utilizan en contra de los pueblos.
Prensa radial, televisiva, escrita, en fin, todos los medios modernos de comunicación existentes en este planeta han estado mayormente controlados por los círculos de poder, que los utilizan en contra de los pueblos, con ejemplos actuales tan fehacientes como el tratamiento a las guerras que el Imperio somete a países pequeños y la formación de estados de opinión para sacar fuera de juego a personalidades honestas que pueden arribar democráticamente al poder y poner en peligro sus intereses, entre otros muchos métodos.
Así se crean las noticias falsas, como la utilización de imágenes en los órganos digitales de información internacional, que se publican en sitios donde se imita el aspecto de medios respetables, y ello es válido acerca de los periódicos que tienen fama de ser objetivos, desde The New York Times, muy utilizado junto a la televisión  en las agresiones a Afganistán y sobretodo Iraq, hasta la cadena brasileña O’Globo, con protagonismo en el derrocamiento ilegal de Dilma Rousseff y la presentación de pruebas falsas para llevar a prisión a Luiz Inácio Lula da Silva.
En nuestra época, en que la vida se vive a un ritmo acelerado y se depende de los medios de comunicación, la desinformación es el más peligroso de los males, que da impresión de una verdad irrefutable, sobre todo cuando imágenes que están allí para apoyarla.
Así funcionan los órganos imperiales, con una enorme base en Estados Unidos, que sirvió, por ejemplo, en la cacería de brujas anticomunista de la década del 50, la creación de la superioridad racial blanca, al estilo fascista, y en el empoderamiento de la desigualdad cada vez mayor.
Es decir, toda una manipulación informativa o mediática, cuya acción y efecto es procurar en los sujetos el desconocimiento o ignorancia y evitar la circulación o divulgación del conocimiento de datos, argumentos, noticias o información que no sea favorable a quien desea desinformar. Esta es su forma elegante, pero con resultados terribles para los pueblos.
Cada vez peor
Estos sistemas comunicativos se convierten en herramientas de corrupción, infiltración, sabotaje, falsedad y ocultamiento de la realidad, convirtiéndose en instrumentos mortíferos cuando sirve a intereses transnacionales.
El ejemplo más claro y reciente es el comunicado del gobierno de Donald Trump emitido por CNN, BBC y cadenas asociadas condenando a Nicaragua por el denominado uso excesivo de la fuerza por la policía durante protestas de carácter social, sin concentrarse en la violencia organizada desde el exterior ni en lo sustancial. Lo básico es destruir la imagen país.
Sin embargo, los órganos del Imperio “olvidan” el genocidio en Gaza donde francotiradores se entrenan con menores de edad palestinos, sin condenar la violencia ni el uso excesivo de la fuerza por el ejército contra los civiles que ejercen su derecho constitucional a la libertad de expresión y reunión.
De igual modo sucede con Yemen, donde EE.UU. ha entregado armas tóxicas a Arabia Saudita, en tanto  los medios se vuelven muy activos para dar visos de realidad a las falsas acusaciones de la utilización de armas químicas por el ejército sirio para justificar bombardeos de aviones norteamericanos, franceses y británicos contra la población civil. No dice nada de Honduras donde fueron asesinados muchos dirigentes y su mandatario es producto de un fraude directo en clara violación a la Carta Magna de ese país.
O sea, cuando hay miles de víctimas en Gaza, los órganos desinformativos del Imperio muestran a Nicaragua y Venezuela, y callan la sistemática guerra económica emprendida contra el pueblo de esta nación suramericana.
Hace unos días se hizo pública una entrevista al presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien, sin avergonzarse, manifiesta que Siria debe ser ocupada por los galos, Gran Bretaña y EE.UU. para construir un nuevo país, no importa que sean eliminados miles de niños, mujeres y hombres. Así lo cree.

 

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