domingo, 14 de noviembre de 2021

La cultura de la resistencia

 Por Ramzy Baroud 

Fuentes: CounterPunch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

La resistencia no es una banda de hombres armados empeñados en causar estragos. No es una célula de terroristas que traman maneras de volar edificios.

La verdadera resistencia es una cultura.

Es una réplica colectiva a la opresión.

La comprensión de la verdadera naturaleza de la resistencia, sin embargo, no es fácil. Ningún byte informativo podría ser suficientemente exhaustivo para explicar por qué la gente, como gente, resiste. Incluso si una tarea tan ardua fuera posible, las noticias podrían preferir no transmitirla, ya que se estrellaría directamente contra interpretaciones dominantes de la violencia y de la resistencia no violenta. La historia de Afganistán debe quedar limitada al mismo lenguaje: al-Qaida y los talibanes. Hay que representar a Líbano en términos de un Hizbulá (Partido de Dios) amenazante, respaldado por Irán. Eternamente hay que mostrar a Hamás en Palestina como un grupo militante que jura destruir el Estado judío. Todo intento de ofrecer una interpretación alternativa equivale a simpatizar con los terroristas y justificar la violencia.

La refundición deliberada y el abuso de la terminología casi han imposibilitado prácticamente que se comprenda, y por lo tanto que se resuelvan realmente, sangrientos conflictos.

Incluso los que pretenden simpatizar con naciones en resistencia contribuyen a menudo a la confusión. Activistas de los países occidentales tienden a seguir una comprensión académica de lo que sucede en Palestina, Iraq, el Líbano, y Afganistán. Por lo tanto ciertas ideas se perpetúan: los atentados suicidas son malos, la resistencia no violenta es buena; los cohetes de Hamás son malos, las hondas son buenas; la resistencia armada es mala, las vigilias frente a las oficinas de la Cruz Roja son buenas. Muchos activistas citarán a Martin Luther King Jr., pero no a Malcolm X. Inculcarán una comprensión selectiva de Gandhi, pero nunca de Guevara. Este discurso supuestamente «estratégico» ha despojado a muchos de lo que podría ser una comprensión preciosa de la resistencia -como concepto y como cultura.

Entre la comprensión reduccionista dominante de la resistencia como violenta y terrorista y la desfiguración «alternativa» de una experiencia cultural inspiradora y apremiante, se pierde la resistencia como cultura. Las dos definiciones preponderantes no ofrecen otra cosa que descripciones estrechas. Ambas presentan a los que tratan de transmitir el punto de vista de la cultura de la resistencia como si estuvieran casi siempre a la defensiva. Por lo tanto escuchamos repetidamente las mismas declaraciones: no, no somos terroristas; no, no somos violentos, realmente tenemos una rica cultura de resistencia no violenta; no, Hamás no está asociado a al-Qaida; no, Hizbulá no es un agente iraní. Irónicamente, escritores, intelectuales y académicos israelíes reconocen mucho menos que sus homólogos palestinos, aunque los primeros tienden a defender la agresión y los últimos defienden, o por lo menos tratan de explicar su resistencia a la agresión. También es irónico que en lugar de tratar de comprender por qué la gente resiste, muchos tratan de debatir cómo reprimir su resistencia.

Al hablar de resistencia como cultura, me refiero a la elucidación de Edward Said de la «cultura (como) una manera de luchar contra la extinción y el exterminio». Cuando las culturas resisten no intrigan ni juegan a la política. Tampoco maltratan con sadismo. Sus decisiones sobre si emprender la lucha armada o emplear métodos no violentos, sobre si atacar o no a civiles, sobre si conspirar o no con elementos extranjeros, son todas puramente estratégicas. Tienen poca o ninguna relevancia con el concepto de resistencia en sí. La mezcla entre los dos es manipuladora o simplemente ignorante.

Si la resistencia «es la acción de oponerse a algo que se desaprueba o con lo que no se está de acuerdo», entonces una cultura de la resistencia es lo que ocurre cuando toda una cultura llega a esta decisión colectiva de oponerse al elemento irritante -a menudo una ocupación extranjera-. La decisión no está calculada. Se genera a través de un largo proceso en el cual la conciencia de uno mismo, la autoafirmación, la tradición, las experiencias colectivas, los símbolos y muchos otros factores interactúan de maneras específicas. Esto podría ser nuevo para la riqueza de las experiencias pasadas de esa cultura. Pero es en mucho un proceso interno.

Es casi como una reacción química, pero incluso más compleja ya que no siempre es fácil separar sus elementos. Por lo tanto tampoco es fácil comprenderla completamente y, en el caso de un ejército invasor, no se puede reprimir fácilmente. Es como traté de explicar el primer levantamiento palestino de 1987, que viví íntegramente en Gaza:

«No es fácil aislar fechas y eventos específicos que desatan revoluciones populares. La rebelión colectiva genuina no se puede racionalizar a través de una línea coherente de lógica que cubra el tiempo y el espacio; es más bien la culminación de experiencias que unen al individuo al colectivo, su consciente y subconsciente, sus relaciones con sus entornos inmediatos y con lo que no es tan inmediato, y todo choca y explota en una furia que no se puede reprimir» (My Father Was A Freedom Fighter: Gaza’s Untold Story)

Los ocupantes extranjeros tienden a combatir la resistencia popular mediante diversos medios. Uno incluye una cantidad variada de violencia dirigida a desorientar, destruir y reconstruir una nación según una imagen deseada (Lea La doctrina del choque de Naomi Klein). Otra estrategia es debilitar los componentes mismos que dan a una cultura su singular identidad y sus fuerzas interiores -y así debilitar la capacidad de resistencia de esa cultura-. La primera requiere poder de fuego, mientras que la segunda se puede lograr mediante métodos flexibles de control. Numerosas naciones del «Tercer Mundo» que alardean de su soberanía e independencia podrían, en realidad, estar muy ocupadas, pero debido a sus culturas fragmentadas y subyugadas -a través de la globalización, por ejemplo- son incapaces de comprender la dimensión de su tragedia y dependencia. Otras, que podrían estar efectivamente ocupadas, poseen a menudo una cultura de resistencia que imposibilita que sus ocupantes logren algunos de sus objetivos deseados.

En Gaza, Palestina, aunque los medios hablan interminablemente de cohetes y de la seguridad de Israel, y discuten quién es realmente responsable del mantenimiento de los palestinos como rehenes en la Franja, no se presta ninguna atención a los niños que viven en carpas en las ruinas de las casas que perdieron en el último asalto israelí. Esos niños participan de la misma cultura de resistencia que Gaza ha vivido durante los seis últimos decenios. En sus cuadernos de notas dibujan a combatientes con fusiles, niños con hondas, mujeres con banderas, así como tanques y aviones de guerra amenazantes de Israel, tumbas marcadas con la palabra «mártir», y casas destruidas. Por doquier, se utiliza constantemente la palabra «victoria».

Cuando estuve en Iraq presencié una versión local de los dibujos de esos niños. Y aunque todavía no he visto los álbumes de recortes de niños afganos también puedo imaginar fácilmente su contenido.

Ramzy Baroud (www.ramzybaroud.net) es un columnista internacionalmente reconocido y editor de PalestineChronicle.com. Su libro más reciente es «My Father Was a Freedom Fighter: Gaza’s Untold Story» (Pluto Press, London).

Fuente: http://www.counterpunch.org/baroud07152010.html

¿Por qué «todos deberíamos comer como si tuviéramos diabetes»? Esto explica nutrióloga

 Entre 1980 y el 2014, los diagnósticos de diabetes a nivel mundial casi se cuadruplicaron al pasar de 108 a 422 millones personas con dicha enfermedad. Este Día Mundial de la Diabetes, Sputnik te presenta algunos datos que debes de saber para prevenirla, o bien, controlarla.

La diabetes en considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una epidemia global que, en menos de 40 años logró crecer exponencialmente y que sigue cobrando la salud de quienes la padecen.

Pero, ¿qué es la diabetes? ¿Cómo se puede prevenir? ¿Se puede controlar? Sputnik responde a estas y más preguntas.

¿Qué falla cuando existe la diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.

De acuerdo con la nutrióloga y matemática mexicana Carla Paola Aceves, cuando un paciente es diagnosticado con esta enfermedad la primera recomendación es cuidar el consumo de carbohidratos los cuales al ser procesados por el cuerpo se convierten en la glucosa, misma que entra a los músculos; sin embargo, cuando la insulina falla, la glucosa se queda en la sangre.

Una persona en ayunas, explica Aceves, debe tener un rango de glucosa en sangre de entre 70 y 100, cuando este último valor se supera es una primera alerta.

«La glucosa alta en la sangre es la primera alarma de que algo no anda bien en nuestro cuerpo», señala la especialista en entrevista con Sputnik; sin embargo, este valor no es el único que se analiza para un resultado 100% concluyente, pues para tener un diagnóstico certero se tiene que realizar también un examen de curva de tolerancia a la glucosa que consiste en tomar un muestra en ayunas, consumir un ‘shot’ de glucosa y realizar más muestras que puedan indicar una posible falla en el páncreas.

¿Cuáles son los posibles síntomas de la diabetes?

Aceves señala que existen algunos síntomas que pueden alarmar sobre una posible falla en la generación de insulina y dentro de los más comunes es la sed, ganas constantes de orinar, así como hambre insaciables y pérdida de peso, pues con la diabetes aunque consumas alimento, la glucosa se queda en la sangre y no entra al músculo, lo que genera una pérdida de peso notoria en poco tiempo y ganas de comer todo el tiempo.

Otra posible alerta es la aparición de hipertensión, señala la experta, pues el órgano que regula la presión arterial es el riñón el cual trata de sacar la glucosa de la sangre y puede generar un deterioro renal que puede generar presión alta.

¿Qué comer y qué no comer cuando tienes diabetes?

«No es que se tenga que dejar de comer algo en específico», indica Carla Paola Aceves; sino que se debe aprender a comer de una forma balanceada y beneficiando los alimentos naturales como las frutas, verduras y leguminosas.

Lo que sí se debe eliminar preferentemente de la dieta diaria son los alimentos ultraprocesados como sopas instantáneas, galletas, o comida rápida.

Otro factor que se debe controlar es el sodio, presente el la sal y que se usa como conservador, pues este puede beneficiar en la presencia de la hipertensión.

«Todos deberíamos comer como si tuviéramos diabetes para prevenirla», sentencia la especialista.

(Sputnik)

lunes, 1 de marzo de 2021

La baja participación electoral no es patrimonio de Venezuela

 

Por Pedro Brieger, director de NODAL

La baja participación en las elecciones a la Asamblea Nacional de Venezuela el 6 de diciembre excede la situación política interna de dicho país. Desde ya que la polarización política, la crisis económica, la confusión respecto de las diversas instituciones representativas y los llamados a no votar han contribuido a la falta de interés en el proceso electoral. A esto hay que sumarle la disputa por su legitimidad en la que también intervienen organizaciones internacionales y gobiernos; sea porque reconocen y respaldan al presidente Nicolás Maduro o al “presidente encargado” Juan Guaidó.

Sin embargo, hay que señalar que en América Latina y el Caribe, salvo contadas excepciones, los procesos electorales se caracterizan por la baja participación, incluso en aquellos países donde el voto es obligatorio. De allí que algunos oscilen modificando sus leyes para que sea obligatorio u optativo como sucedió en Chile en los últimos años.  Sin embargo, ni siquiera amenazando con aplicar sanciones (leves, por cierto) se logra una mayor participación. Vale la pena recordar que el voto obligatorio y universal fue una manera de quebrar las maquinarias de los sistemas oligárquicos y feudales en gran parte de América Latina. Sin embargo, ya entrando en la tercera década del siglo veintiuno, queda claro que las sociedades están en procesos de transformación respecto de las formas que adquiere la representatividad pública, aunque todavía existen numerosos casos donde esas relaciones sociales oligárquicas y feudales se mantienen.

Hoy, en la mayoría de los países, existe un descrédito hacia las instituciones estatales y, en primer lugar, hacia lo que se llama de manera genérica “la política”, que incluye a las instituciones y sus representantes. Si los partidos políticos de masas -y los sindicatos- sirvieron para incluir y darle identidad a millones de personas con escasos derechos y representatividad, ahora, salvo contadas excepciones, ya no cumplen esa función.

Los partidos y movimientos que se definen como “populares” y basan gran parte de su política en la participación ciudadana organizada, que suele tener una fuerte presencia en las calles, se ven desbordados por grupos autónomos que tienen un jpoder de convocatoria inorgánica mayor. Estos, en muchos casos, sin siquiera tener una conducción clara, logran atraer y movilizar a más personas que las estructuras partidarias. Y esta inquietud rebasa el último proceso electoral en Venezuela.

martes, 3 de noviembre de 2020

¿Y qué pasa si gana Trump?

 Por Jorge Dávila Miguel *

Las encuestadoras en Estados Unidos están más cuidadosas que nunca.Calculan y recalculan todas las posibles variables que pudieranregresarlos al chasco del 2016. Las encuestas parecen ser mucho más sólidas, dicen que la victoria de Joe Biden es la más probable, pero pocos hacenpúblico ese vaticinio. Quien sí se atrevió a hacerlo no es encuestador y ni siquiera político, sinoel magnate Rupert Murdoch[i], propietario de todo un imperio periodístico del que forma parte Fox News, cadena noticiosa que apoya a Donald Trump .¡Pero Murdochno vaticinó la victoria de Trump sino por el contrario la de Biden! Incluso le pronosticó al diario digital Daily Beast[ii]que sería por una avalancha de votos. Para Murdoch, la derrota para Trump se deberá a su pésimo tratamiento de la pandemia actual.



miércoles, 3 de junio de 2020

Conversando con Correa' con John Perkins (Sicarios Económicos)

Este video es impelable para los que quieran entender las relaciones económicas con respecto a los prestamos del Fondo Monetario Internacional.


viernes, 24 de abril de 2020

Toquedequeda

Por: Roberto Malaver 

¡Me gusta más el toque de bola que el toque de queda! Así decía el gobernador de Margarita cuando comenzó a ver el toque de queda que se decretó gracias a él por permitir que los scouts de grandes ligas vinieran a ver a los chamos para ver si estaban listos para la gran carpa y los agarró el coronavirus. Es que somos muy arbolarios, como dirían en Margarita, hacemos lo que nos da la gana y por eso no va como nos va. Ahora Gómez y Maneiro están en toque de queda, qué les diría Simón Bolívar de verlos en ese estado. En el municipio Maneiro fue el alcalde Morelista, más no moralista, que se contagió, y en el municipio Gómez fue el gobernador que permitió esa jugada, pero ahora, como siempre, que yo no fui, que yo no estaba ahí, que eso no depende de mí, que todo pescado tiene espina y tajalí carga la fama.


NOAM CHOMSKY: “SI NO PARAS DE DECIR MENTIRAS, EL CONCEPTO DE VERDAD SIMPLEMENTE DESAPARECE”

Entrevista a Noam Chomsky, filósofo y lingüista por Por Amy Goodman 

Noam Chomsky nos atendió el miércoles 8 de abril desde su casa de Tucson (Arizona), donde se refugia con su esposa Valeria. Mantuvimos esta entrevista justo antes de que el senador Bernie Sanders anunciara la suspensión de su campaña para la candidatura del Partido Demócrata, lo que convertía al antiguo vicepresidente Joe Biden en el candidato al que se habrá de enfrentar Donald Trump en las elecciones de noviembre. Empecé preguntándole al profesor Chomsky acerca de lo que está ocurriendo ahora mismo en el contexto de las elecciones de 2020 y de lo que cree que va a ocurrir en noviembre.


Noam Chomsky: Si Trump resulta reelegido, el desastre es indescriptible. Significa que las políticas de estos últimos cuatro años, que han sido sumamente destructivas para la población estadounidense, para el mundo, se seguirán aplicando y probablemente se acelerarán. Lo que esto supondrá sólo para la salud es tremendamente grave. Ya mencioné los datos publicados por The Lancet. Irá a peor. Lo que supone para el medioambiente o la amenaza de una guerra nuclear, algo de lo que nadie habla, pero que es sumamente grave, es indescriptible.

lunes, 20 de abril de 2020

Coronavirus en Venezuela: Pandemia bajo control, economía no tanto

Por Marco Teruggi

Pueblo de Venezuela, la situación no está fácil”, repiten los camiones que recorren las calles de Caracas y piden a la gente quedarse en la casa. El país está en la quinta semana de cuarentena, una nueva normalidad distópica con barbijos, policías en las calles, comercios cerrados, colas para la gasolina, y una sequía que agrega más calor al calor.

 

Los números ante la pandemia muestran, por el momento, una situación bajo control: 197 personas contagiadas, 111 recuperadas y 9 fallecidas. El gobierno realiza una actualización diaria por radio y televisión para explicar la evolución de la curva que se mantiene aplanada, dónde surgen los nuevos casos y en qué situación.

jueves, 16 de abril de 2020

ANTE LA PANDEMIA, EL IMPERIO SIN MÁSCARA





Estados Unidos es hoy epicentro de la pandemia. Las cosas se han complicado, primeramente, porque por mucho tiempo el gobierno desestimó la magnitud del mal. Así lo denunciaron autoridades médicas como Anthoni Fauci (jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas), el mayor experto en infectología, y hoy bajo amenaza de despido. También Alex Greninger, virólogo de la Universidad de Washington y Ashish K. Jha, director del Instituto de Salud Global de Harvard. Se pretendió minimizar la pandemia porque venía a poner en predicamento el arreglo institucional económico y político vigente, particularmente en su salvaje versión Trump, y a poner en jaque al desmantelado sistema de salud; cerraban los ojos ante una realidad amenazante, en espera, quizá, de un milagro. Muy probablemente, también en sus cálculos estaba que el COVID quedara reducido a un problema local en China y que frenara su economía. Pero las cosas no ocurrieron así.

martes, 14 de abril de 2020

Venezuela hace frente al Covid-19 y a Trump

Por Marcos Salgado

Venezuela sigue en cuarentena por el COVID-19. Entra ya en la quinta semana de una medida temprana, respecto a otros países del continente. Una reacción rápida que parece, hasta ahora, haber dado resultado. Las cifras oficiales al domingo muestran 181 casos, con 93 pacientes recuperados y nueve fallecidos.

Además, se verifica una progresión muy lenta del contagio, muy lejos del crecimiento disparado del virus en Estados Unidos e incluso de dos vecinos de Venezuela, como Colombia y Brasil, que ya es el país centro de la pandemia en América Latina, con más de 20 mil casos y más de 1.100 fallecidos.

miércoles, 8 de abril de 2020

Oficial: El año escolar terminará en casa con clases a distancia

El ministro para la Educación, Aristóbulo Istúriz, informó este martes 7 de abril la suspensión de clases presenciales por lo que resta del año escolar 2019-2020; esto  como medida para evitar la propagación del nuevo coronavirus (Covid-19) en Venezuela, donde ya se han confirmado 165 casos.

“Suspendemos las clases presenciales donde no se agrupen la gente, la gente se queda en su casa. Pero entonces tenemos que hacer uso de aquellas estrategias pedagógicas de aprendizaje a distancia”, dijo el funcionario en declaraciones al canal estatal Venezolana de Televisión.

La cultura de la resistencia

  Por   Ramzy Baroud   Fuentes:  CounterPunch Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens La resistencia no es una banda de hombres...