lunes, 2 de julio de 2018

LOS MITOS MÁS ABSURDOS SURGIDOS EN LA CRISIS VENEZOLANA

Por Randolph Borges
La crisis da para todo. El ingenio florece y a falta de emplearlo para resolver situaciones graves que agobian la rutina diaria del venezolano, estas capacidades son puestas al servicio del ocio, la especulación y la creatividad sin límites. “Así es el venezolano”, cuenta la calle en tercera persona, mientras todos, de una u otra manera formamos parte de una realidad paralela, que nos empuja a caer en el embudo de creer o no. Y como decía Chico Buarque: “algunas veces hasta creer llorando”.
 
 Rumores “halados de los pelos”
El ocio, padre de todos los vicios, ha cultivado a lo largo de estos años una gran cantidad de leyendas urbanas que hicieron temblar de pavor a la colectividad. ¿Quién no recuerda a las pirañas robapelo? Fue un fenómeno surgido de la nada en el estado Zulia a través del cual entre dos y tres personas sujetan a la víctima de cabello largo, mientras otra le corta el cabello con unas tijeras de jardinería, para después venderla para hacer extensiones o pelucas. Hasta la BBC se prestó para dar eco a una noticia que nunca fue comprobada. Hasta una gaita se creó para amenizar esta leyenda.


También hace unos años surgió el rumor que aterrorizó a muchas familias venezolanas: el robo de niños en maternidades. Salvo casos puntuales, donde las autoridades lograron actuar a tiempo y detener a los responsables, el fenómeno se masificó como si se tratara de una epidemia nacional. Este caso demostró cómo un palo hizo toda una montaña, y que el mal manejo de una información puede llegar a convertirse en causa de pánico general.

Bachaqueros nivel leyenda

Con la aparición de los bachaqueros surgieron otros cuentos de camino. La aparición de las “bolsitas de teta”, donde venden café, leche, azúcar y otros productos, originó el rumor sobre la peligrosa mezcla de cal o tierra con algunos de estos rubros, para “rendir las ganancias”. No vamos a hacer defensa alguna de los bachaqueros en este trabajo, que ya bastante mala reputación se han ganado, pero hasta el momento no se ha hecho ningún estudio serio acerca de contenidos alterados de la mercancía que venden. Lo que sí es cierto es que las condiciones sanitarias en que se expenden estos artículos, no es la mejor.

Con lo de la casa otra vez

De los mismos creadores de “te van a quitar tu casa”, llega el plan “ubica tu casa”. Destinado a romperle los nervios a las miles de familias que se han ido del país durante la crisis, esta leyenda urbana consiste en promover la toma de casas y apartamentos deshabitados por parte de consejos comunales y militantes del chavismo. El miedo a las invasiones, siempre latente debido a todos los temores infundidos, ha venido creciendo con cada publicación amarillista de la prensa, que con más desaciertos que certezas, asegura la existencia de un fenómeno mil veces negado.
El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, ha desmentido en múltiples ocasiones que tal práctica sea una orientación del gobierno y que, por el contrario, forma parte de una campaña de miedo sembrada por sectores que lo adversan.

Nada nuevo bajo el sol

Tal como empiezan los cuentos de hadas, nos remontamos a los inicios de este vicio perverso de inventarse pendejadas en momentos de crisis. Son un clásico los cuentos de que “los comunistas te van a quitar tus hijos” y que “si tienes dos casas, te quitan una”, pero mucha gente los creyó y es así como en los albores de la revolución bolivariana vimos nacer el movimiento contra el Decreto 1011, que en principio intentaba una reforma al currículo escolar, pero fue tan tergiversada por la prensa y el magisterio, que muchos padres se comieron el cuento de los “comunistas infantófagos”. Aquellos niños son los guarimberos de hoy, y más de uno estará lamentando que aquellas “amenazas” no se cumplieran.
Otro de los clásicos es el de los bombillos cubanos, a través de los cuáles Fidel Castro podría vernos en la intimidad de nuestros hogares. Sí, claro que resulta bastante ridículo, pero mucha gente “culta y con estudios”, se creyó semejante barbaridad y llegó al extremo de correr a escobazos a la gente de la Misión Energética para que no instalaran los “bombillos espías” en su edificio. Junto a esta joya del absurdo también reposan las transmisiones de satélites rusos, a través de los cuales se habría modificado la data que le dio la victoria a Hugo Chávez en el referendo de 2004.
Los rumores forman parte de la política nacional y no va a desaparecer de ella porque es uno de los factores que alimenta sus prácticas. Más allá del ingenio y creatividad que se emplee para crearlos, forman parte de estrategias peligrosas que pueden moldear conductas y preferencias, incluso formas de pensar. Nuestro deber es no permitir que nos agarren desprevenidos y desconfiar absolutamente de todo lo que no se puede comprobar.

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