miércoles, 4 de julio de 2018

JAUA: NECESITAMOS UNA MILITANCIA QUE INTERPELE Y PROTESTE FRENTE A LO MAL HECHO

Ya lo expresó Elías Jaua, ministro de Educación, el pasado 29 de mayo: “debe elegirse una nueva directiva del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) a todos los niveles, a través del voto”. Como era de esperarse, los medios de comunicación de derecha no tardaron en tratar de hacer escándalo sobre la declaración del ministro que, como él mismo lo define, “se trata de un proceso normal en toda organización partidista”. Luego empezaron a correr teorías conspirativas sobre fracturas y divisiones dentro del partido.
Jaua, , afirmó que la emisión de opiniones dentro de un partido no puede ser visto como sinónimo de fracturas, disidencia o conflictos y que el Psuv debe estar encaminado al diálogo permanente.
Que la crítica y la autocrítica no sea de personas sino de métodos, de programas, de dirección o de conducta

De cara al congreso y partiendo de su propuesta de renovar la dirigencia, ¿es cierto que existe oposición al diálogo puertas adentro del Psuv?

-Especialmente después del 20 de mayo se ha abierto un espacio para el debate en la dirección nacional. En realidad es parte de lo que tenemos que transformar y renovar. Emitir opiniones dentro de una organización partidista no puede ser sinónimo de fracturas, disidencia o conflictos internos. Es más, debe ser lo normal en la vida de un partido.
Yo planteo la renovación y relegitimación, no planteo que todo el mundo se vaya, ojo, porque un cuadro no se pare (del verbo parir) de la noche a la mañana. A esta dirección nacional le ha tocado los 5 años más difíciles con agresiones y donde todos estamos sancionados por el imperialismo.
De modo que hay una dirección probada, pero quien debe decidir nuestra continuidad o no, es la soberanía popular. El presidente de la República acaba de ser sometido a la soberanía popular y fue relegitimado. ¿Y por qué si el presidente de la República, que es el presidente del partido, tiene hoy el aval de 6 millones de chavistas, los demás no nos vamos a someter a esa misma soberanía de nuestra militancia?
Considero que el partido debe ir asumiendo una vida normal de discusión de ideas, de confrontación de ideas, de cumplimiento de sus estatutos y que ejerza el pensamiento crítico. Que la crítica y la autocrítica no sea de personas sino de métodos, de programas, de dirección o de conducta.

¿Ha fallado el partido o le toca hacer revisión sobre los resultados en la formación política de su militancia?

-Recientemente tuve de invitada en el programa Encuentro Popular a María Cristina Iglesias, directora de la escuela de cuadros, y hablamos sobre el gran esfuerzo que se ha hecho ahí. Lo que creo es que hay un elemento central, unas condiciones materiales que generan malestar en importantes sectores de la población y que se traducen en frustración o desencanto, esa es la realidad. Por otro lado hay un componente de malestar ideológico aparte de lo primero.
Hay un sector del chavismo descontento con los métodos de dirección, con los métodos de designación de candidatos, de autoridades, con la ausencia de debate. Por eso la importancia de que frente a condiciones materiales complejas como las que tenemos el pueblo pueda debatir, pueda expresarse, sea consultado permanentemente porque es la única manera de que la gente mantenga una motivación.
Allí está mi punto, promover ese espíritu de debate, de poder constituyente permanente que es lo que ha hecho que el chavismo supere todas las grandes dificultades. Chávez lo resumía en la consigna “jugársela con el pueblo”.

El Psuv está realizando ya su IV Congreso, ahora dentro de la discusión actual, ¿es cierto que el partido y el gobierno están atrapados en la arena política y no están viendo lo que pasa en el área económica?

-No es cierto que el gobierno y el presidente Maduro no estén preocupados y ocupados en la situación económica. Hay que ver primero las condiciones para tomar las decisiones: hemos tenido un ingreso petrolero muy bajo, tenemos imposibilidad de lograr financiamiento y hacer transacciones de nuestros instrumentos financieros en buena parte del mundo, tenemos un boicot hacia importantes operaciones de nuestra industria petrolera y dificultades de acceder a mercados comerciales. Ese es el contexto en el cual habría que tomar decisiones.
Ahora, lo que sí comparto, es mi opinión, es que hay que tomar decisiones que se correspondan a ese contexto, pero hay que tomarlas y hablarlo con mucha claridad a nuestro pueblo de por qué se tienen que tomar y cuáles son los resultados esperados.
Creo que el capitalismo más salvaje de todos vulneró la autoridad del gobierno sobre la economía. Hoy estamos viviendo las consecuencias de un libre mercado que se impuso sobre la vía de los hechos y eso requiere entonces de un plan económico para ir recuperando paulatinamente el gobierno sobre la economía. El papel del Estado de regular, estimular y promover la economía.
“Hoy estamos viviendo las consecuencias de un libre mercado que se impuso sobre la vía de los hechos”

A juicio de Elías Jaua, ¿cuáles son esos puntos más urgentes que deben ser revisados dentro del partido y del gobierno?

-Yo creo que hay que caracterizar la amenaza más importante que tenemos ahorita, que es la amenaza sobre la independencia y la paz del país. Es la contradicción principal y tiene que haber un esfuerzo de encontrar políticas que nos permitan defender el derecho a la independencia, la autodeterminación y el derecho a vivir en paz que tenemos los venezolanos y venezolanas.
Luego, el partido tiene que activar de inmediato mecanismos de alerta temprana frente a las desviaciones y los hechos de corrupción que hoy más allá del daño ético que hacen, se traducen en elementos que contribuyen a la guerra económica contra el pueblo. Cómo detectar a tiempo, corregir y sancionar desde las competencias del partido y demandar del Estado una acción que frene el robo de los activos del Estado, de los cables de electricidad, de la reventa de bombonas de gas, del desvío de los Clap, del desvío del Programa de Alimentación Escolar –que nos corresponde aquí-, del desvío de los insumos médicos. Tiene que haber una acción sistemática del partido con su militancia para frenar este desmadre en todos los niveles.
El otro elemento central es cómo evitar que se incremente nuevamente la brecha de desigualdad social en el país, que fue uno de los grandes logros del comandante Chávez y de la revolución bolivariana: haber convertido al país en el de mejor distribución de ingresos y eso tiene que ver con la defensa del poder adquisitivo, de los derechos de los trabajadores y la lucha contra la especulación.
También, cómo acompañar al gobierno en un plan de estabilización de precios y defensa del salario, cómo defender los logros del pueblo frente a la restauración latifundista que aparece por todos lados. Ese es otro tema a discutir: ¿cómo defender la política de la revolución agraria y las tierras que le fueron entregadas a los campesinos, indígenas, comuneros?, ¿cómo defender las empresas de propiedad social, amenazadas de privatización o de que se extingan? El pueblo tiene que, desde su territorio, defender lo que lograron con la revolución.
Y lo otro es cómo logramos, en medio de la más grandes dificultades y de las medidas pragmáticas que se tengan que tomar para superar esta situación, mantener el rumbo. De seguir construyendo desde lo pequeño, desde lo concreto, desde sectores y espacios territoriales determinados, nuestro modelo de socialismo bolivariano.

Luego de la reelección de Maduro y considerando el contexto actual, ¿cuál debería ser el papel del Psuv y de su militancia en este escenario que vivimos actualmente?

-En primer lugar, tenemos que ejercer una política inherente a cualquier organización revolucionaria: la revisión crítica y autocrítica permanente de los logros o cumplimiento de los objetivos programáticos que esa organización tiene. Se trata de los 4 grandes objetivos que unifican al chavismo como una gran fuerza donde confluyen diversas corrientes: la lucha por la independencia; la lucha por la igualdad social; la lucha contra la corrupción y la construcción de un nuevo modelo político, económico, social y cultural que Chávez postuló como el socialismo bolivariano del siglo XXI. El congreso es una gran oportunidad de revisión crítica de cuánto hemos avanzado en esos 4 puntos programáticos, cuánto no hemos cumplido y dónde nos hemos desviado. ¿Para qué? Tomar la rectificación, trazar orientaciones estratégicas y soluciones concretas para seguir empujando en función del programa revolucionario.
Pero, más allá de eso, este momento requiere una militancia muy activa. Una militancia que ejerza su derecho a demandar al gobierno, de reclamar, de interpelar, de protestar incluso frente a las cosas mal hechas, frente a las desviaciones que en distintos niveles se puedan estar dando de los bienes y servicios que la revolución provee.
“Organizarse para la producción. Esa es la gran responsabilidad de todo militante revolucionario”
Pero también tiene el deber la militancia de organizarse para que efectivamente la consigna de este gobierno sobre el poder popular sea una realidad. El pueblo tiene que hacer florecer nuevamente frente al tema del agua, las mesas técnicas de agua; frente al tema eléctrico, los comités de electricidad; los comités de usuarios del transporte; la revisión de todas las formas de propiedad social, comunal o estatal que están en el barrio, la comunidad o el campo. Organizarse para la producción. Esa es la gran responsabilidad de todo militante revolucionario

¿Qué expectativas tiene Elías Jaua y qué expectativas hay dentro del Psuv sobre este IV Congreso?

-En primer lugar, la propuesta la hice en el espíritu de renovación y relegitimación que siempre es necesario dentro del proceso revolucionario. La última directiva se eligió mediante consenso de los delegados del Congreso. El artículo 6 de nuestros estatutos establece la cooptación o elección desde el segundo o tercer grado y hasta elecciones universales, directas y secretas. Yo creo que ese momento fue una coyuntura, acababa de fallecer el comandante Hugo Chávez, estábamos en medio de la ofensiva terrorista de 2014 y fue un método válido en ese momento.
Creo que ahora, 4 años después, es necesario abrir las compuertas para que la soberanía popular de nuestros militantes exprese qué cuadros deben continuar dentro de la dirección nacional, qué cuadros dentro de las direcciones regionales y qué otros cuadros pueden emerger para ir promoviendo lo que es el deber de un partido: una política de captación y promoción de cuadros.
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Por Simón Herrera

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