jueves, 19 de julio de 2018

SEGÚN MEDIOS Y POLÍTICOS GRINGOS, RUSIA GOLEA A EE.UU. EN CUMBRE DE HELSINKI


Por Julia Cardozo
Rusia
Por fin se dio el tan publicitado encuentro Donald Trump y Vladimir Putin en la simbólica Helsinki. Simbólica porque la capital de Finlandia ha sido uno de los lugares históricos de encuentro entre los líderes moscovitas y estadounidenses.
En 1975 se reunieron Gerald Ford y Leonid Brézhnev; en 1990 se dieron cita George Bush padre y Mijail Gorbachov; en 1997 lo hicieron Bill Clinton y Boris Yeltsin. Ahora fueron Trump y Putin. Antes, Trump y Putin se habían encontrado en dos ocasiones en el marco de reuniones multilaterales, pero esta fue la primera reunión bilateral.
¿De qué se esperaba que hablaran? ¿Cuál fue el resultado del encuentro?
Cumbre

Las expectativas y los temas álgidos

1) Supuesta interferencia de Rusia en las elecciones de Estados Unidos.
Se esperaba que Trump presionara al mandatario Ruso por el presunto hackeo a varios miembros del equipo de campaña de Hillary Clinton, candidata demócrata en 2016. Sobretodo porque tres días antes del encuentro entre los líderes, el Departamento de Justicia de EE.UU. acusó formalmente a 12 miembros de la inteligencia Rusa por la supuesta injerencia.
Trump viene promoviendo un acercamiento con Rusia desde su campaña electoral y llegó a calificar a Putin como “un gran líder”. Sin embargo, las acusaciones contra Trump y varios miembros de su equipo por su presunta complicidad con la injerencia rusa han hecho muy difícil al presidente su añorado acercamiento con Putin.
Previo al encuentro eU.l presidente estadounidense había asegurado en una rueda de prensa durante la cumbre de la OTAN que plantearía la cuestión a su par ruso, pero que este negaría tener relación con lo ocurrido: “¿Qué voy a hacer? Él puede negarlo. Todo lo que puedo hacer es decirle: ‘¿lo hiciste?’ y ‘no lo vuelvas a hacer’”.
Además reiteró que él no tenía relación con lo ocurrido e insistió en que los rusos “hicieron lo que sea que hicieron durante el gobierno de Obama”.
Cumbre
2) Guerra en Siria
Con respeto a la situación en Siria varios expertos señalaban que había allí un punto de posible confluencia entre los intereses de los gobiernos de EE.UU. y Rusia.
El fortalecimiento del presidente Bashar al Asad y las victorias de los sirios contra los terroristas del Estado Islámico y otros grupos insurgentes patrocinados por occidente, han definido una nueva situación en el medio oriente.
Con lo anterior el punto de tensión parece haberse desplazado de Siria a un posible conflicto entre Irán y Líbano contra Israel. Así EE.UU. podía esperar que una presión conjunta de las dos más grandes potencias militares del mundo pueda frenar el posible conflicto.
En particular, el gobierno ruso tiene buenas relaciones con todas las partes (Siria, Irán, Líbano e Israel) por lo que aseguran fuentes como la BBC que Trump podría pedirle a Putin que use su influencia a cambio de retirar el apoyo estadounidense a los insurgentes.
3) Ucrania
Se esperaba además que Trump presionase a Putin para que abandonase Crimea, anexionada por los rusos tras el golpe de Estado en Ucrania. Además se especulaba sobre la demanda de que Putin retirase su apoyo a las fuerzas prorrusas en el este de Ucrania.
Se esperaba que la presión estadounidense sirviese para que Rusia aflojase su posición en la mesa de negociaciones, recientemente abierta, en la que participan, además de la potencia de Europa del Este, Ucrania, Alemania y Francia.
Inversamente a Rusia le vendría bien que EE.UU. reconociese la soberanía rusa sobre la mencionada provincia arrebatada a Ucrania. Sin embargo, los expertos consideran que es mucho más difícil que Putin dé su brazo a torcer a que lo haga Trump. Queda abierta la pregunta: en caso de que Trump aceptase la demanda de Putin ¿qué entregaría este último a cambio?
4) Control de armas estratégicas y de destrucción masiva
Tal como ha sucedido en otras ocasiones se esperaba que los líderes de los países con más potencial destructivo del globo se sentaran a dialogar sobre los peligros de la carrera armamentista que desarrollan en la actualidad.
Sobre este punto había esperanzas de que se llegasen a acuerdos concretos debido a que tanto Putin como Trump, más el primero que el segundo, habían mencionado el tema en otras ocasiones. Además ambos países se han acusado mutuamente por la violación del Tratado sobre Control de Armas Nucleares de Medio Alcance (INF por sus siglas en inglés).
Se esperaban avances en la propuesta de extender más allá de 2021 el nuevo Acuerdo de Reducción de Armas Estratégicas (Start).

CumbreLos resultados de la cumbre

Es muy difícil saber de qué hablaron los líderes ruso y estadounidense en las dos horas de reunión que tuvieron a puerta cerrada. En la rueda de prensa posterior al encuentro no se mencionó ningún acuerdo concreto sobre los temas mencionados ni sobre ningún otro.
El encuentro con los periodistas estuvo marcado por la manifestación de ambos presidentes de realizar nuevos encuentros y la declaración de voluntad de trabajar conjuntamente.
Esto bastó para que la prensa y el establishment estadounidense arremetiera contra su presidente. Tanto demócratas como republicanos se mostraron más que decepcionados, molestos con los resultados.
Transcribimos aquí algunas reacciones:
El senador republicano John McCain declaró: “Fue una de las actuaciones más vergonzosas de un presidente estadounidense”. Con el mismo calificativo, “vergonzoso”, reaccionó el senador republicano de Arizona, Jeff Flake.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, quien milita en el mismo partido de Trump, Paul Ryan, le recordó al presidente: “Rusia no es un aliado”.
Menos indirecto fue el también senador republicano Bob Corker: “Los comentarios del presidente hicieron que el país pareciera un pusilánime en el escenario mundial”.
Lindsey Graham, senador por el estado de Carolina del Sur, afirmó que la reunión había sido una “oportunidad perdida” y que “Rusia la considerará como una señal de debilidad… crea muchos más problemas de los que resuelve”.
Cumbre
Ya en una línea radical, que linda en un llamado a la insurrección, fueron las declaraciones del exdirector de la CIA, John Brennan, fustigó: “La conducta de Donald Trump en la rueda de prensa en Helsinki alcanza y supera el umbral de ‘crímenes y delitos graves’. Fue nada menos que traición. No solo los comentarios de Trump fueron imbéciles, sino que está totalmente en el bolsillo de Putin. Patriotas republicanos: ¿dónde están?”.
Desde la otra acera del espectro político estadounidense, los demócratas no se quedaron atrás: el líder de la bancada demócrata en el Senado, Chuck Schumer, afirmó que la posición de Trump en Helsinki fue “irreflexivo, peligroso y débil”.
La senadora Elizabeth Warren imputó al presidente haber “socavado las instituciones y debilitado las alianzas de EE.UU.”.
La senadora por el estado de Massachusetts aludió a las reiteradas críticas que Trump hizo durante su gira a sus socios de la OTAN a los que fustigó duramente y en público por su falta de compromiso financiero con la organización.
Por esta razón reaccionaron algunos medios europeos, como por ejemplo El Mundo de España, quien tituló su editorial tras la cumbre: “Trump se rinde ante Putin tras humillar a Europa”.

¿Entonces quién ganó?

Por lo que dicen los medios y los políticos, en específico los estadounidenses y europeos, el resultado fue goleada de Rusia. La metáfora futbolística no es un mero recurso retórico.
Un gesto que la prensa hizo pasar como una nota de color fue el del mandatario ruso, quien obsequió a su par estadounidense un balón original del Mundial recién culminado.
Trump agradeció el regalo y como si fuese una papa caliente se lo pasó a su esposa Melania como un regalo invaluable para su hijo.
Rusia
¿Qué hay de geopolíticamente relevante en este gesto?
Mírelo así. Rusia acaba de culminar con éxito su papel de anfitrión del Mundial. De hecho la crítica afirma que ha sido uno de los mundiales mejor organizados y más fastuosos. Es de destacar que para llevar a cabo el evento Rusia tuvo que superar un intento de boicot promovido en particular por los socios de EE.UU. en la OTAN, sin contar las sanciones que los mismos estadounidenses y europeos le han aplicado. Con todo esto la ex-Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se anota un tanto en cuanto a su prestigio internacional.
Por su parte, EE.UU. no se destaca por su fútbol y ni siquiera fue al Mundial. Además de lo dicho se desprende que Trump tiene una fuerte oposición, tanto en su país como en Europa, cada vez más preocupada por los desaires y posiciones de Trump.
El gesto de Putin recuerda, claro que salvando las distancias, aquella ocasión en que Fidel Castro le regaló a Juan Pablo II una matriuska de los líderes comunistas mundiales, solo que en este caso Trump no tuvo para devolver sino el agradecimiento.
Sin embargo, todo lo dicho aquí debe tomarse con pinzas. Por una parte los líderes republicanos que fustigaron a Trump son sus detractores y rivales dentro del partido. Los demócratas son sus opositores naturales. La prensa que está molesta no representa universalmente a la derecha.
Rusia
En el mismo sentido Trump ha demostrado que su desfachatez y arrogancia tienen una utilidad política calculada. Amenazando con una guerra nuclear sentó a Kim Jong-Un, con su retiro del TLCAN tiene a mexicanos y canadienses contra la pared y a la espera de las negociaciones en las que posiblemente entren otros temas como el del muro; retirándose de forma intempestiva de la Comisión de DDHH de la ONU logró una declaración contra Venezuela. ¿No hace lo mismo con sus socios europeos al reprocharles su falta de compromiso?
Entonces, ¿qué busca Trump de Putin y qué quiere este último? ¿Quizás algo como yo te dejo Crimea y tú no te metes más en Venezuela? Trump: un business man, interesado nada más que en negocios, cerrados a base de estrategia desde la fuerza y mucho espectáculo… En el otro asiento: nada menos que un exdirector de los servicios de inteligencia rusos… ¿qué cosa buena puede salir de ahí?

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