Cualquier medio o analista que se oponga a Maduro querrá
hacer ver que Venezuela salió derrotada de la 70° Asamblea General de la
ONU. Y aunque tal vez no sea algo tangible como bajar los precios, las
cosas tampoco son como las pinta Eva Golinger o la legión de opositores
que celebran jurando que ya se acercan los marines a “liberarnos”.
Por el otro lado, las presiones de EE.UU. terminaron
dividiendo al Grupo de Lima: solo 5 de 17 países decidieron denunciar a
Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI) y, casi al mismo
tiempo, otros 10 países de la coalición emitieron un comunicado en el
que reafirman “su preocupación y rechazo ante cualquier curso de acción o
declaración que implique una intervención militar o el ejercicio de la
violencia, la amenaza o el uso de la fuerza en Venezuela”.
Finalmente, de la Unión Europea, solo Francia asistió a la
cita en la CPI para apoyar al puñado de países que pretendían denunciar a
Venezuela. Y mientras algunos se concentran en alabar el discurso de
Maduro ante la ONU y otros quieren desacreditarlo, lo cierto es que la
estrategia de los Estados Unidos y sus países aliados parece haberse
empastelado. Por lo pronto, Venezuela puede seguir preocupada en la
considerable cantidad de problemas que tiene puertas adentro, mientras
Estados Unidos sigue dando tumbos en busca de una nueva guerra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario