Por: María Fernanda Barreto
Hace pocos días fue presentado el más reciente informe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia sobre la migración venezolana.
Un indicio de su falta de seriedad lo da el título que parece parafrasear a Woody Allen:
"Todo lo que debe saber sobre la migración venezolana y no se lo han
contado". Según este documento, en un corte hecho por la oficina de
Migración el 30 septiembre del año en curso, 1 millón 32 mil 16 personas
de origen venezolano se encontraban en Colombia en diversas condiciones
migratorias (regulares, irregulares y en trámites de regularización).
Tan pronto arrojan los primeros datos, comienza el desafío a la lógica:
1. El número de personas venezolanas que residían en
el país vecino hasta el 30 de septiembre de este año es exactamente
igual a la sumatoria de venezolanos y venezolanas que -según este mismo
documento- se han mudado a Colombia desde 1991. Es decir que, o
absolutamente nadie que haya nacido en Venezuela se había mudado jamás a
Colombia antes de 1991, o quienes lo hicieron retornaron o fallecieron
antes de que se realizara el mencionado corte.
2. Entre 1991 y el año 2000 tampoco nadie (léase
"0") que haya nacido en Venezuela decidió irse a vivir a Colombia.
Durante 9 años no hubo historias de amor que lo ameritaran,
reunificaciones familiares o alguien que por simple curiosidad optara
por mudarse al país vecino.
3. En el año 2002 sólo tres personas nacidas en
Venezuela se mudaron a Colombia. Es de suponer que este documento
refiere a Pedro Carmona Estanga y tal vez dos familiares suyos, ya que el gobierno colombiano concedió asilo al efímero dictador venezolano ese mismo año.
Quien,, por cierto, continúa formando parte de ese millón y algo que
señala el informe pues aún hoy goza de la privilegiada protección del
Estado colombiano.
4. Otra sorpresa aparece en el aparte titulado
"Migración de Tránsito" donde puede leerse lo siguiente: "En este
capítulo usted encontrará la cifra de ciudadanos venezolanos que
utilizan a Colombia como país de tránsito hacia terceros países". Aquí
señala que 919 mil 142 personas utilizaron a Colombia como país de
tránsito para emigrar a otro. Lo asombroso es que al discriminar esa
cifra de migrantes que pasaron por Colombia para dirigirse a terceros
países, informa que el segundo lugar de destino que eligieron 243 mil
426 personas, es decir el 26%, fue nada menos que Venezuela.
5. Asimismo, de esa cifra total de 1 millón 32 mil
16 personas, informa que 80 mil 350 entraron por puntos no autorizados
(como trochas). Esta cifra, según dice, es el producto de "un cálculo
estadístico que hace la autoridad migratoria colombiana" pero sus
valores de referencia o la fórmula usada nunca se menciona, por lo que
es imposible saber si se trata de una sucesión, una progresión
aritmética o un delirio causado por la embriaguez que produce en el
gobierno colombiano el poder manipular a la opinión pública nacional e
internacional con el apoyo de las más grandes corporaciones mediáticas
que ya están replicando estas cifras.
Por último, dos datos interesantes.
Según este mismo documento, aproximadamente el 75% de la población
venezolana residente en Colombia se encuentra en edad económicamente
activa, lo que es una clara ventaja para la clase explotadora de
cualquier país capitalista. El otro, es que solo entre enero y
septiembre de este año deportaron o expulsaron a 968 personas de origen
venezolano.
Para un objetivo más pragmático, el Consejo Nacional de Política Económica y Social de la República de Colombia presentó un documento
basado en este informe de Migración Colombia, en el que define una
estrategia para atender la migración desde Venezuela. Este plan se
centra en la estimación de costos de cada una de las "atenciones" que
propone.
Como ya he mencionado en anteriores artículos, el negocio de la
guerra también incluye las cifras millonarias que se mueven para la
atención de personas desplazadas y refugiadas. Acceder a esos recursos
es uno de los objetivos de esta manipulación de cifras y
caracterizaciones de la migración venezolana.
La incapacidad matemática se ha puesto de moda por estos días entre
voceros y voceras del gobierno uribista. Una de las crisis sociales que
enfrenta el actual gobierno colombiano viene de la decisión de disminuir
el presupuesto de las universidades públicas y aumentar el presupuesto
militar para 2019. Ese es uno de los principales reclamos de las
convocatorias que, por cierto, se están haciendo desde diversos sectores
a las tomas populares de la principales ciudades del país a partir de hoy.
Molesta por los reclamos del sector estudiantil, la senadora ultraderechista María Fernanda Cabal,
por ejemplo, aseguró en una entrevista que las universidades públicas
son un gasto innecesario, al fin y al cabo, según dijo, de 50
mil estudiantes que solicitan ingreso a la universidad de Antioquia solo
entran 4 mil y por tanto quedan 36 mil por fuera (sic).
Con la misma escasa habilidad, el ministro de la Defensa Guillermo
Botero respondió a la pregunta sobre el origen de la cifra de 6
mil parques que el presidente Duque asegura haber recuperado, explicando
a la periodista que esa cifra resultaba "de sumar 1+1+1+1… hasta llegar
a 6 mil".
Así que ahora, confiando en que la incapacidad matemática sea
generalizada, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia
presenta este informe sobre la migración venezolana a Colombia tan poco
serio y tendencioso, que amerita estas líneas urgentes para ser
denunciado como una de las más ineptas maniobras del gobierno colombiano
contra Venezuela en los últimos tiempos.
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