Resumen Latinoamericano, 1 abril 2019
Venezuela atraviesa el más complejo escenario de los últimos años. La
decisión de Estados Unidos de asumir frontal y públicamente la
conducción y ejecución de un plan riguroso para derrocar al presidente
Nicolás Maduro y acabar con la revolución bolivariana, implica el
desarrollo de una ofensiva total contra el país. Ese plan consiste en
acciones programadas y simultáneas en el ámbito comunicacional,
político, diplomático, económico y militar, como parte de una estrategia
de Guerra de IV Generación, es decir, una guerra de nuevo tipo cuya
característica central es hacer parecer que no existe, que no es tal. Es
en ese contexto que vienen sucediéndose los recientes ataques al
Sistema Eléctrico Nacional. No debe haber dudas al respecto. Es
fundamental que el pueblo todo y sus intrumentos políticos y
organizativos así lo entendamos y actuemos en consecuencia.
En este sentido, desde La Corriente expresamos nuestro respaldo a lo
declarado anoche por el presidente Nicolás Maduro en cadena nacional de
radio y televisión, así como la activación de todas nuestras estructuras
y militancia en el despliegue que la actual situación nos exige.
Asumimos plenamente el llamado hecho por el presidente de la república a
la organización y acción de las Cuadrillas de Paz, y planteamos que las
mismas deben constituirse como espacios realmente amplios y
democráticos, en los que la participación y el protagnismos de la gente
sean la línea rectora para su funcionamiento y accionar. Desde hace poco
más de una año, desde La Corriente venimos impulsando las Brigadas de
Defensa Popular Hugo Chávez (BDPHCh) como un espacio para la confluencia
del pueblo patriota en los territorios en tareas de defensa y seguridad
territorial, así como de acompañamiento en la resolución de necesidades
concretas como distribución de agua, por ejemplo. En la actual
coyuntura, las BDPHCh, con toda su capacidad y militancia, se suman a
las tareas urgentes para preservar la paz y la democracia, así como de
acompañamiento concreto del pueblo en las dificultades. La violencia la
derrotaremos con la gente organizada.
La complejidad de la situación en la que se encuentra el país exige
que desde los poderosos intrumentos comunicacionales con los que cuenta
la revolución se despliegue el mayor esfuerzo posible para que a la
gente le llegue la información que se requiere para contribuir a la
claridad popular que apunte a la preparación necesaria para asumir la
actual situación, comprenderla e incorporarse a las tareas concretas.
Entonces, la explicación técnica de lo que ha sucedido y de sus
consecuencias, así como los plazos reales estimados en los que serán
superadas las implicaciones en la vida cotidiana y el detalle sobre los
enormes esfuerzos institucionales que se adelantan para enfrentar la
situaición, es clave que sean difundidos y manejados por las grandes
mayorías del país.
El escenario exige de la dirigencia política e institucional el
máximo compromiso y la más absoluta entrega y desprendimiento. La
unidad, lealtad y disciplina popular que el momento exige, necesitan de
una dirigencia que esté al lado de la gente, sufriendo y enfrentando las
dificultades codo a codo con el pueblo, sin privilegios, sin
distancias. La elevada moral popular que requerimos en este momento debe
ser impulsada y fortalecida por el liderazgo y el ejemplo de la
dirigencia. Lo contrario sería en extremo negativo y podría incidir en
un eventual efecto positivo de la convocatoria que hace la derecha.
Vamos, pues, a la batalla. Los y las de Chávez, los y las de Bolívar,
los y las de Guaicaipuro y Apacuana, los y las de Manuelita hemos
demostrado la madera de que estamos hechos(as). Sabemos que enfrentamos
grandes dificultades, pero el momento hist´rico nos exige la mayor
fortaleza. De la unidad, compromiso, desperndimiento, entrega y
capacidad de trabajo de todos y todas depende la victoria.
Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora
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