
La división entre los hutus y los tutsis fue sembrada por los colonos belgas décadas antes del genocidio. La idea era privilegiar a los hutus en el poder político para tener el control de los recursos del país. | Foto: EFE
Hace
25 años ocurrió el peor genocidio de la historia de África. Ruanda vivió
100 días de crímenes y asesinatos, una masacre descrita por la ONU
como "planificada, sistemática y metódica",La espiral de violencia que impactó al mundo en 1994 no vino de la
nada. Mientras la CIA miraba impasible, sus aliados en el gobierno
ugandés ayudaron a extender el terror y fomentar el odio étnico.
Hace 25 años ocurrió el peor genocidio de la historia de África. Ruanda vivió 100 días de crímenes y asesinatos, una masacre descrita por la ONU como "planificada, sistemática y metódica",La espiral de violencia que impactó al mundo en 1994 no vino de la nada. Mientras la CIA miraba impasible, sus aliados en el gobierno ugandés ayudaron a extender el terror y fomentar el odio étnico.
El 7 de abril de
1994 Ruanda vivió el peor episodio de su historia: un genocidio que dejó
entre 800.000 y un millón de muertos. Fue una limpieza étnica que
ocurrió ante la mirada indiferente de la comunidad internacional.
Ya han pasado 25 años desde aquel genocidio, pero su impacto en la
historia del mundo lo hace un hecho de constante estudio y revisión.
División entre hutus y tutsis
El genocidio de los hutus contra los tutsis fue planificado por el
gobierno hutu de Juvenal Habiyarimana. Se trató de un discurso de odio
que se alimentó poco a poco, pero la interrogante es ¿ya existía un
conflicto entre las etnias y qué lo provocó? La realidad es que hutus y
tutsis no son etnias diferentes, de hecho comparten la misma cultura e
idioma.
La respuesta data
de la época colonial, cuando Ruanda estaba bajo el dominio de Alemania
(1894) y luego de Bélgica (1916). Antes del genocidio, en 1994 Ruanda
tenía más de 7 millones de personas en tres grupos étnicos: la mayoría
hutu y las minorías tutsi y twa. Los tutsis (minoría ganadera) tuvieron
el poder durante décadas y demandaban indenpendizarse de Bélgica, por lo
tanto los colonos empezaron a favorecer a los hutus (mayoría
agricultora), quienes derrocaron a los tutsis en las revueltas de 1959.
Finamente, los
hutus llegaron al poder tras un golpe de Estado de 1973 que convirtió en
presidente a Juvénal Habyarimana. Una acción que nunca fue aceptada por
los tutsis.
Construcción del genocidio
La división que dejaron los belgas entre hutus y tutsis continuó
después de la independencia política de Ruanda el 1 de julio de 1962. En
los siguientes años ocurrieron enfrentamientos y matanzas por el
control de los recursos del país hasta que entre las décadas 50 y 60 un
choque hizo que miles de tutsis huyeran hacia Uganda.
Los refugiados
tutsis recibieron apoyo del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, y
planeaban regresar a Ruanda. Esta fue la excusa del mandatario
Habiyarimana (hutu) para fomentar en 1991 una campaña de odio contra los
tutsis y diseñar una estrategia para exterminar a los que aún vivían en
el país.
El trabajo
principal recayó en la Universidad de Butare y los medios de
comunicación. La primera creó una historiografía que deshumanizaba a los
tutsis y los categorizaba como invasores, una narrativa que fue
difundida por Radio Mil Colinas. Mientras tanto, el gobierno de
Habiyarimana organizaba a las milicias hutu en las calles, los
interahamwe.
Ante este
escenario, lógicamente el general Romeo Dallaire, que comandaba a los
Cascos Azules, envió a Naciones Unidas un fax que alertaba de un
inminente genocidio, pero la misiva fue ignorada.

El detonante
El 7 de abril de 1994, dos misiles derriban el avión en el que
viajaban el presidente de Ruanda, Juvénal Habyarimana, y del Burundi,
Ciprian Ntayamira. Inmediatamente, se culpó a los tutsis y en la radio
se llamó a empezar la masacre.
Al día siguiente, 7
de abril, la primera ministra Agathe Uwilingiyimana y soldados belgas
de la ONU fueron asesinados por las fuerzas del gobierno. Como
consecuencia, Bélgica y otros países retiraron todas sus tropas. Las
condiciones ya estaban dadas para los asesinatos y otros crímenes contra
tutsis y hutus moderados a lo largo y ancho del país.
El genocidio
comenzó en Kigali, donde se estrelló el avión presidencial, y
rápidamente se extendió al resto del país. Las milicias hutus poseían
principalmente machetes y otras armas primitivas.

100 días de crímenes
Entre 800.000 y un millón de ruandeses, entre tutsis y hutus
moderados, fueron asesinados en 100 días de cruentos crímenes. Al menos
200.000 mujeres fueron violadas. Aquí surge la definición de genocidio y
esta palabra es pronunciada por primera vez el 4 de mayo de 1994 por el
secretario general de las Naciones Unidas, Boutors Ghali.
Según la RAE
genocidio es el "exterminio o eliminación sistemática de un grupo social
por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de
nacionalidad".
¿Qué hizo la ONU y USA?
Las Naciones Unidas no solo ignoraron el fax que envió el general
Romeo Dallaire advirtiendo sobre la matanza que se preparaba, sino que
además los Estados miembros se rehusaron a responder con tropas
adicionales.
Durante todo este tiempo, los oficiales de la embajada estadounidense en
Kampala sabían que las armas estaban atravesando la frontera, y la CIA
sabía que la fuerza militar de los rebeldes iba aumentando, lo que
incrementaba las tensiones étnicas en Ruanda
hasta tal punto que cientos de miles de ruandeses podrían morir por la
extendida violencia étnica. Sin embargo, Washington no solo pasaba por
alto la asistencia de Uganda a los rebeldes ruandeses, sino que también
reforzaba la ayuda militar y de desarrollo a Museveni y lo ensalzaba
como pacificador cuando el genocidio ya había empezado.
No fue hasta el 22
de junio que el Consejo de Seguridad autorizó a las fuerzas francesas a
enviar una misión humanitaria, llamada la Operación Turquesa.
Ruanda en la actualidad
En el país africano está habitado por: 84 por ciento de la etnia
Hutu, 15 por ciento Tutsi y uno por ciento Twa. En 2003, tras un
referendo, se prohibió que los partidos políticos "se identifiquen con
una raza, etnia, tribu, clan, religión, sexo o cualquier otro criterio
de discriminación". De esta forma, los ruandeses buscan impedir otros
genocidios.
El 25 de agosto de
2003,Paul Kagame ganó las primeras elecciones nacionales y fue reelegido
en 2010. Su origen étnico es tutsi, pero asegura que se define solo
como ruandés.
Tras 25 años del
genocidio, Ruanda ha experimentado un desarrollo económico y social.
Para 2017 su PIB se situó en 8.600 millones de dólares, con una renta
per cápita de 724,7 dólares.
También para 2017,
la esperanza de vida pasó de 49 a 64,5 años y el 84,6 por ciento de los
ciudadanos estaba cubierto por el seguro médico nacional, mientras
que la escolarización infantil llegó al 98 por ciento
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