En Venezuela todo está listo para los comicios presidenciales de mayo. Las recientes negociaciones entre los contendientes han creado las condiciones para las elecciones.
Sin embargo, parte de la oposición no participará
porque no está conforme con las garantías electorales. Desde el exterior
la OEA y varios presidentes, entre ellos, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, han criticado el sistema electoral venezolano y desconocido de antemano los resultados por venir.

El ex alcalde de Bogotá relató lo sucedido así:
“Lo primero que sentimos ese día es que nos llevan [la
policía] a un punto que extrañamente no llega a donde está la Guardia
Indígena o el Esmad, normalmente llegamos al punto más cercano a la
tarima. Ese día no. Cuando llegamos al punto, lejos de la manifestación, abren la puerta para que yo me baje, ahí es donde disparan. Luego se escuchan detonaciones, son gases que lanza la Policía, para dispersar a los asistentes a la manifestación”.
Por esto piensa que algunos actores dentro de las fuerzas de seguridad, y en particular la policía de la ciudad fronteriza, están vinculados a los hechos.
El candidato por el Movimiento Progresistas aseguró que llevará el caso a la OEA
y a otras instancias internacionales. Dice saber quiénes organizaron el
atentado: “la mafia política y corrupta que lidera desde la cárcel Ramiro Suárez Corzo”.
No obstante la gravedad de lo sucedido, la Fiscalía General de
Colombia desmiente al candidato y afirma que no hubo disparos contra la
camioneta en la que se desplazaba.
La lista de candidatos a la presidencia asesinados en Colombia es larga:
El caso, quizás más famoso, fue el del líder liberal-popular Jorge Eliécer Gaitán, quien
fuera asesinado en medio de una manifestación masiva en abril 1948. Su
magnicidio marcó el inicio de la guerra civil que aún desgarra a
Colombia.

En 1989 fue asesinado Luis Carlos Galán, abanderado por el Partido Liberal. Punteaba en las encuestas cuando sicarios acabaron con su vida mientras participaba en un mitin de campaña.
En 1990 le tocó el turno a Bernardo Jaramillo Ossa, candidato de la Unión Patriótica (UP). Fue asesinado en las cercanías de una farmacia junto a su esposa por un sicario.
En el mismo año cae Carlos Pizarro Leongómez, líder
del M-19, quien se había lanzado a la carrera presidencial tras firmar
la paz con el presidente del momento, Belisario Betancur. Fue muerto a
tiros dentro de un avión comercial, a pesar de escoltas del servicio de inteligencia colombiano, DAS.
En 1994, sicarios acabaron con la vida de Manuel Cepeda Vargas, quien fuera secretario general del Partido Comunista Colombiano y líder de la Unión Patriótica. Le dispararon cuando se desplazaba hacia el Congreso.
Todas las víctimas tenían dos rasgos en común: amenazaban con quitar privilegios a los poderosos de Colombia en favor de los más humildes y eran favoritos para ganar la Presidencia. Queda por ver si Petro, quien cumple con las dos condiciones, llegará al final de la carrera.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario