Por Pedro Farias
La conflictividad en las instituciones educativas son resultado muchas veces de pugnas de poder entre los distintos actores que allí cohabitan, llevando esto a un perjudicial clima escolar que afecta tanto el desarrollo administrativo como pedagógico, alterando en si las relaciones personales a extremos incontrolables por las partes y con desenlaces que llegan hasta la agresividad.

Pero porque
sucede esto? Si ya hay normas establecidas, tanto jerárquicamente como
administrativa con respecto al desenvolvimientode las partes, donde cada
uno debería saber sus responsabilidades y tareas a cumplir, además
enmarcado el proceso educativo venezolano bajo un modelo netamente
socialista o así lo se dice en papel, para ejemplo la Circular 3013,
sobre la creación de circuitos escolares y relaciones supervisorales
Para
entender estas contradicciones y entuertos que van mas allá de un
procedimiento administrativo o un organigrama de cargos gerenciales,
donde nunca se sabe si el director va arriba o abajo de las
comunidades o al lado y porque los administrativos están encima de
los obreros, debemos primero empezar a entender las Relaciones de
poder desde una manera social, veamos:
Las
relaciones sociales de poder son una multitud de interacciones,
reguladas por normas sociales, entre dos o más personas, observando
que no son las instancias globales las que explican la dominación de
la vida de las personas sino que son las relaciones múltiples,
mínimas, locales de la vida cotidiana las que permiten el
funcionamiento de los poderes macrosociales.
Ahora que tenemos una visión de que son estas relaciones, debemos
aundar en el termino “PODER”, que según nuestro
diccionario es sinónimo de fuerza, energia, capacidad, y otros tantos
términos despectivos que son mal interpretamos en una relación de
poder social, es decir, conceptualizar esto con un breve nombre que
genere choque ya es comenzar un problema no solo dialéctico si no
estructutal, ya que la premisa para el buen desenvolvimiento de la
interrelaciones en la escuela debe ser lineal, sin estructuras que
conlleven a un modelo empresarial capitalista donde hay un dictador
llamado jefe y unos subersivos llamados empleados u obreros.
La
premisa supervisora de las instituciones educativas deben darse sin
punitivismo, cosa ya repetida hasta el cansancio por todo el que hace
vida en el sistema educativo, hasta de los mismo punitivos, es decir
debe ser una
supervision de acompañamieto y guía, cosa que ha costado, ¿pero
porque?, que hace que el docente, administrativo u obrero a veces sea
tan renuente,
es decir todos
de la jerarquía inferior al
otro, según los esquemas capitalista donde hay alguien siempre
arriba. Para entender esto tenemos que recapitular e irnos al
concepto de Relaciones de Poder y de cual poder se habla, primero
identifiquemos el concepto del uso de Poder interpretado por la
educación capitalista , la cual a inoculado en cada uno de
nosostros, por tantos años expuestos a ella, donde se
interpretaba que :“El
poder no se cede ni se intercambia si no que se ejerce y solo existe
en el acto”, es
decir una relación de fuerza en sí mismo, donde autores como
Foucault respondieron a este concepto alegando:
“El
poder es exencialmente lo que reprime
a la naturaleza, a los instintos, a la clase, a los individuos, es
decir elimina la integralidad del todo”.
Es muy posible que se piense que siguen mandando
los de siempre (supervisores, directores y coordinadores) y que las
cosas no han cambiado. Pero, detrás está el concepto de los
micropoderes, está la idea de que el poder se ha diluido,
distribuido y repartido. Ahora, menos que nunca, nadie puede
sobrevivir ni triunfar solo.
Como
ha sucedido esto, porque se parte de la premisa que el directivo
carece de poder, es decir que en las instituciones educativas reina
la anarquía, pues no, ya que el mismo Foucault, da ciertas luces en
este nuevo sistema, donde postula que el Poder no es una propiedad
sino una estrategia, en tal sentido, sus efectos no son atribuibles a
una apropiación si no a ciertos dispositivos que le permiten
funcionar plenamente.
Al
concebir el poder como estrategia tenemos que entender que debemos
crear micropoderes dentro de las instituciones educativas, es decir,
empoderar a los demás, y ¿como hago esto?, algún visionario
capitalista dira, “ok pongo mas subdirectores y
coordinadores y ya” pensando
que empoderar es dar cargos jerarquico y así resolvera las
relaciones de poder en la institución, no sabiendo que esto hará
todo lo contrario.
El
supervisor o directivo de una institución educativa no
puede dejar sin empleo, en
condiciones normales a un trabajador como
en la empresa privada, tan
solo porque opine o tenga faltas leves, que son las mas perturbadoras
del entorno laboral, y si lo hace acarrería
con un sin fin de contradicciones legales que tipifican como falta
laboral grave, es decir el mayor desacierto teorico, actuar como
jefes dictadores en un sistema laboral democratico. Decir
frases dictatoriales
como : Yo soy el jefe, se hace así porque yo lo digo, Aqui mando yo,
no son expresiones que representan las condiciones de poder donde se
debe navegar en el ambito educativo, porque las respuestas del otro
lado serán subersivas
y
vendran con igual fuerza, creando un choque de creencia de poderes,
es decir mientras se actue
con la concepción errada de poder se encontraran mas trabas que
soluciones y mas enemigos que aliados.
Ahora
con que poder se cuenta desde una posición jerarquica en este
sistema educativo socialista, siendo una de las manera más practica
,la vieja frase que “El conocimiento es poder”
es
decir si conozco el sistema
y su funcionamiento uso este saber como herramienta y lo trasmito
para empoderar a los demás. No es posible que un directivo
desconosca los procesos pedagógicos y administrativos que rigen su
hacer cotidiano, porque así no puede tener una relación idonea con
el personal que quizas conozca mas que él, es allí donde se diluye
la instrumentación del poder, cada vez que desconoce algo se hace
mas debil y es retado por el que tienen el conocimiento, entonces
comete el error de en
vez de adquirir sabiduria recae en el viejo esquema de imponerse
jerarquicamnete, tan solo por creer que eso le da poder, pero esto
sin conocimiento es un pote de humo.
Este conocimiento no da la tarea de esperar que se equivoquen para
interpelarlo, ejemplo si soy experto en procedimientos
administrativos, no debo esperar la falta para sancionar, si no
instruirlo para que no se equivoque, pero con un acompañamiento
guiado e innstructivo, evitando la punitividad y la amenaza e igual
en lo pedagógico, si nunca e visto el desempeño del docente en el
aula y ayudarlo a corregir sus fallas no puedo a fin de año
reprocharle nada, solo porque soy el directivo y me da el supueto
poder de hacerlo.
En
conclusión las relaciones de poder en la escuela conlleva a un
sistema de aprendizaje coordinado y empoderamiento de todos, creando
micropoderes para generar un poder mayor, donde cada quien asuma
responsabilidades en sus tareas cotidianas sin enfrentamiento
inecesarios que abarrotan el clima escolar de conflictos ya que se
crean inseguridades de los entes que llevan los procesos pedagógicos
y administrativos, donde
debemos romper con el viejo esquema del jefazo y crear lideres que
sepan cual es su papel y busquen enriquecerse del conocimiento
necesario para llevar las riendas de las escuelas y liceos.
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