En lo que va de año, un
acelerado crecimiento de los crímenes de odio ha marcado la hoja de ruta
del antichavismo y los operadores del cambio de régimen.
¿Qué es un crimen de odio y quiénes lo han cometido?
Los crímenes de odio son aquellos ataques que ponen en riesgo la vida
de grupos de personas por tener una fijada identidad cultural,
religiosa o política. En el caso venezolano, los registrados en los
últimos años han trasgredido la tranquilidad pública y amenazado la
integridad física de los ciudadanos que se identifican con el chavismo.
Los episodios violentos que ocurrieron entre 2014 y 2017 obligaron a
los poderes públicos del Estado venezolano a delimitar una categoría
propia de crimen de odio para incorporarla en la legislación nacional.
En esos dos ejemplos y con especial énfasis en las guarimbas de 2017
que durante más de tres meses alteraron el orden social en el
territorio, fueron recurrentes las denuncias de amenazas de muerte,
golpizas, linchamientos, quemas de personas y asesinato por su
afiliación política con el chavismo permitiendo establecer un patrón para los delitos de odio.
Estos ataques a la integridad física de venezolanos también eran
determinados por el color de piel y la condición social de la gente,
rasgos que fueron tomados automáticamente como identificación con el
chavismo.
El odio promovido extendió las agresiones a los símbolos del
chavismo, por lo que centros de salud, escuelas y otras instituciones
públicas fueron foco de violencia.
Para hacer un alto al caos y retomar la normalidad en los territorios de confrontación, la Asamblea Nacional Constituyente tomó como primera tarea
luego de su instalación, legislar en función de erradicar y prevenir
estas forma de violencia política con el objetivo de proteger la
estabilidad de la Nación.
Casos de violencia política de enero a marzo de 2019
Días antes de la autoproclamación de Guaidó en una plaza de Chacao el
23 de enero, se activaron protestas violentas en zonas de Caracas que
resultaron en el incendio de la casa cultural Robert Serra.
Seguidamente, grupos violentos que estaban concentrados en el centro
de la ciudad de Maturín (Monagas) se trasladaron hasta la casa del PSUV
para incendiarla en el marco del anuncio del gobierno paralelo.
En el mes de marzo, durante los ataques al Sistema Eléctrico
Nacional, se registró una escalada en los crímenes de odio como
respuesta a instigaciones a la violencia que la dirigencia antichavista
ha venido emitiendo para atacar a la población chavista y desalentar los
distintos mecanismos que han surgido de la organización popular para
enfrentar el deterioro inducido de los servicios básicos y la
prolongación del bloqueo económico.
El Ministerio Público denunció, entre otros casos, el amedrentamiento
de un adulto mayor en Caracas, padre de una periodista de La Radio del
Sur, que fue perseguido y agredido por sus vecinos causándole heridas en
la cabeza y en una pierna.
Igualmente, el incendio del hogar de la alcaldesa del municipio Tadeo
del estado Táchira, Betzabeth Gandica, quién se encontraba allí junto
con siete niños cuando fue desalojada para luego incendiar la vivienda.
30 de Abril: delitos contra el chavismo y figuras de la institución militar
En un registro de
los daños ocasionados al país luego del golpe fallido encabezado
por Guaidó y el prófugo de la justicia Leopoldo López, el Ministerio
Público hizo un balance detallando que hubo un saldo mortal de cinco
personas y que además otras 233 fueron detenidas para investigar su
implicación en la intentona.
Pero el Fiscal también se pronunció sobre las últimas 30 denuncias de crímenes de odio
que el Ministerio Público recibió y que están siendo investigadas.
Estas ocurrieron durante las horas que duró el fallido golpe de Estado
del 30 de abril.
Alertó sobre el caso de un venezolano agredido por identificarse como
chavista en el estado Aragua. El modo en que fue perseguido y atacado
por quienes acudieron al llamado de la "Operación Libertad" recuerda a
las acciones violentas de grupos extremistas que en 2017 quemaron,
apuñalearon y acabaron con la vida de Orlando Figuera en medio de una
manifestación antichavista en la plaza Altamira.
Por su parte, el Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, denunció el ataque al Coronel Yerson Jímenez Baez, Jefe de Operaciones del Comando de Zona N° 43 de la Guardia Nacional, quine recibió un disparo
mientras se encontraba en la autopista Francisco Fajardo controlando a
los manifestantes opositores que amenazaban con ingresar a las
instalaciones de la Base Aérea La Carlota.
En total, se registraron 8 funcionarios militares de las FANB heridos
por ataques con armas de fuego. El ejército resguardó la base militar
del reducido grupo de desertores que acompañaban la aventura golpista de
Guaidó y Leopoldo López, además contuvo los focos de violencia que se
activaron después en el este de la ciudad capital.
Bolton y Rubio: promotores del exterminio
Los múltiples llamados hacia la FANB que la Casa Blanca ha realizado
para forzar el cambio de régimen, se combinan con los mensajes de
propaganda que criminalizan a la parte de la sociedad venezolana
vinculada al chavismo.
En ese sentido, ha quedado constatado en declaraciones y en las redes
sociales personales de John Bolton y Marco Rubio, el especial interés
de Washington por aupar la opción de un conflicto sectario al estilo del
Estado Islámico en Siria, pero con el odio político como prática.
El caos que se intenta desatar a lo interno, disimularía la
intervención de los Estados Unidos en la escena, delegando la tarea de
exterminar al chavismo del territorio a grupos irregulares locales,
emulando los métodos no convencionales del bloqueo financiero para
aniquilar las opciones de recomposición económica del país.
Por ello la prioridad que le ha dado el Estado venezolan
a legislaciones al respecto como contraofensiva para categorizar y
judicializar a tiempo cualquier brote de odio que amenace la existencia
misma de la sociedad venezolana.
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