Pasqualina Curcio
Refiriéndose a Venezuela, Eduardo Galeano escribió hace medio siglo:
“La nacionalización de los recursos básicos no implica, de por sí, la
redistribución del ingreso en beneficio de la mayoría, ni pone,
necesariamente, en peligro el poder, ni los privilegios, de la minoría
dominante. Lo cierto es que, según las cifras oficiales, en la última
década Venezuela no ha registrado el ingreso de nuevas inversiones del
exterior, sino, por el contrario, una sistemática desinversión.
Venezuela sufre la sangría de más de setecientos millones de dólares
anuales, convictos y confesos como «rentas del capital extranjero». Las
únicas inversiones nuevas provienen de las utilidades que el propio país
proporciona”.
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