martes, 9 de julio de 2019

LAS RELACIONES DE PODER EN LA ESCUELA

Por Pedro Farias

La conflictividad en las instituciones educativas son resultado muchas veces de pugnas de poder entre los distintos actores que allí cohabitan, llevando esto a un perjudicial clima escolar que afecta tanto el desarrollo administrativo como pedagógico, alterando en si las relaciones personales a extremos incontrolables por las partes y con desenlaces que llegan hasta la agresividad.




Pero porque sucede esto? Si ya hay normas establecidas, tanto jerárquicamente como administrativa con respecto al desenvolvimientode las partes, donde cada uno debería saber sus responsabilidades y tareas a cumplir, además enmarcado el proceso educativo venezolano bajo un modelo netamente socialista o así lo se dice en papel, para ejemplo la Circular 3013, sobre la creación de circuitos escolares y relaciones supervisorales

 
Para entender estas contradicciones y entuertos que van mas allá de un procedimiento administrativo o un organigrama de cargos gerenciales, donde nunca se sabe si el director va arriba o abajo de las comunidades o al lado y porque los administrativos están encima de los obreros, debemos primero empezar a entender las Relaciones de poder desde una manera social, veamos:

Las relaciones sociales de poder son una multitud de interacciones, reguladas por normas sociales, entre dos o más personas, observando que no son las instancias globales las que explican la dominación de la vida de las personas sino que son las relaciones múltiples, mínimas, locales de la vida cotidiana las que permiten el funcionamiento de los poderes macrosociales.

Ahora que tenemos una visión de que son estas relaciones, debemos aundar en el termino “PODER”, que según nuestro diccionario es sinónimo de fuerza, energia, capacidad, y otros tantos términos despectivos que son mal interpretamos en una relación de poder social, es decir, conceptualizar esto con un breve nombre que genere choque ya es comenzar un problema no solo dialéctico si no estructutal, ya que la premisa para el buen desenvolvimiento de la interrelaciones en la escuela debe ser lineal, sin estructuras que conlleven a un modelo empresarial capitalista donde hay un dictador llamado jefe y unos subersivos llamados empleados u obreros.

La premisa supervisora de las instituciones educativas deben darse sin punitivismo, cosa ya repetida hasta el cansancio por todo el que hace vida en el sistema educativo, hasta de los mismo punitivos, es decir debe ser una supervision de acompañamieto y guía, cosa que ha costado, ¿pero porque?, que hace que el docente, administrativo u obrero a veces sea tan renuente, es decir todos de la jerarquía inferior al otro, según los esquemas capitalista donde hay alguien siempre arriba. Para entender esto tenemos que recapitular e irnos al concepto de Relaciones de Poder y de cual poder se habla, primero identifiquemos el concepto del uso de Poder interpretado por la educación capitalista , la cual a inoculado en cada uno de nosostros, por tantos años expuestos a ella, donde se interpretaba que :“El poder no se cede ni se intercambia si no que se ejerce y solo existe en el acto”, es decir una relación de fuerza en sí mismo, donde autores como Foucault respondieron a este concepto alegando: “El poder es exencialmente lo que reprime a la naturaleza, a los instintos, a la clase, a los individuos, es decir elimina la integralidad del todo”. Es muy posible que se piense que siguen mandando los de siempre (supervisores, directores y coordinadores) y que las cosas no han cambiado. Pero, detrás está el concepto de los micropoderes, está la idea de que el poder se ha diluido, distribuido y repartido. Ahora, menos que nunca, nadie puede sobrevivir ni triunfar solo.

Como ha sucedido esto, porque se parte de la premisa que el directivo carece de poder, es decir que en las instituciones educativas reina la anarquía, pues no, ya que el mismo Foucault, da ciertas luces en este nuevo sistema, donde postula que el Poder no es una propiedad sino una estrategia, en tal sentido, sus efectos no son atribuibles a una apropiación si no a ciertos dispositivos que le permiten funcionar plenamente. 
 
Al concebir el poder como estrategia tenemos que entender que debemos crear micropoderes dentro de las instituciones educativas, es decir, empoderar a los demás, y ¿como hago esto?, algún visionario capitalista dira, “ok pongo mas subdirectores y coordinadores y ya” pensando que empoderar es dar cargos jerarquico y así resolvera las relaciones de poder en la institución, no sabiendo que esto hará todo lo contrario.

El supervisor o directivo de una institución educativa no puede dejar sin empleo, en condiciones normales a un trabajador como en la empresa privada, tan solo porque opine o tenga faltas leves, que son las mas perturbadoras del entorno laboral, y si lo hace acarrería con un sin fin de contradicciones legales que tipifican como falta laboral grave, es decir el mayor desacierto teorico, actuar como jefes dictadores en un sistema laboral democratico. Decir frases dictatoriales como : Yo soy el jefe, se hace así porque yo lo digo, Aqui mando yo, no son expresiones que representan las condiciones de poder donde se debe navegar en el ambito educativo, porque las respuestas del otro lado serán subersivas y vendran con igual fuerza, creando un choque de creencia de poderes, es decir mientras se actue con la concepción errada de poder se encontraran mas trabas que soluciones y mas enemigos que aliados.

Ahora con que poder se cuenta desde una posición jerarquica en este sistema educativo socialista, siendo una de las manera más practica ,la vieja frase que “El conocimiento es poder” es decir si conozco el sistema y su funcionamiento uso este saber como herramienta y lo trasmito para empoderar a los demás. No es posible que un directivo desconosca los procesos pedagógicos y administrativos que rigen su hacer cotidiano, porque así no puede tener una relación idonea con el personal que quizas conozca mas que él, es allí donde se diluye la instrumentación del poder, cada vez que desconoce algo se hace mas debil y es retado por el que tienen el conocimiento, entonces comete el error de en vez de adquirir sabiduria recae en el viejo esquema de imponerse jerarquicamnete, tan solo por creer que eso le da poder, pero esto sin conocimiento es un pote de humo.

Este conocimiento no da la tarea de esperar que se equivoquen para interpelarlo, ejemplo si soy experto en procedimientos administrativos, no debo esperar la falta para sancionar, si no instruirlo para que no se equivoque, pero con un acompañamiento guiado e innstructivo, evitando la punitividad y la amenaza e igual en lo pedagógico, si nunca e visto el desempeño del docente en el aula y ayudarlo a corregir sus fallas no puedo a fin de año reprocharle nada, solo porque soy el directivo y me da el supueto poder de hacerlo.

En conclusión las relaciones de poder en la escuela conlleva a un sistema de aprendizaje coordinado y empoderamiento de todos, creando micropoderes para generar un poder mayor, donde cada quien asuma responsabilidades en sus tareas cotidianas sin enfrentamiento inecesarios que abarrotan el clima escolar de conflictos ya que se crean inseguridades de los entes que llevan los procesos pedagógicos y administrativos, donde debemos romper con el viejo esquema del jefazo y crear lideres que sepan cual es su papel y busquen enriquecerse del conocimiento necesario para llevar las riendas de las escuelas y liceos.






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